La adjudicación de una herencia requiere un proceso con diferentes trámites para que el heredero se convierta en titular de los bienes. Tras el fallecimiento de una persona, cualquier heredero debe realizar un proceso para que se le adjudiquen los bienes que le correspondan. Todos estos pasos darán como resultado la adjudicación de la herencia. Lo primero es realizar la llamada escritura de manifestación, partición y adjudicación de herencia. En este documento se valoran y detallan los bienes y derechos del fallecido. Además se acuerda y establece el montante total de la herencia. Es el llamado caudal relicto. Entonces se procederá a atribuir y adjudicar a cada uno de los herederos aquélla parte que le corresponde. Esto se denomina partición y adjudicación de la herencia.
Adjudicación de una herencia: Si existe o no testamento
En función de si el fallecido otorgó testamento o no lo hizo, sus herederos se verán en la obligación de aportar y realizar diferentes documentos y acciones.
En el caso de que haya otorgado testamento, los herederos necesitarán presentar:
- El certificado de defunción, que se ha de obtener en el Registro Civil.
- El certificado de actos de última voluntad, que se solicita en el Ministerio de Justicia.
- Copia autorizada del testamento; la facilitará el Notario ante el que el fallecido otorgó testamento.
Estos documentos se tienen que presentar a un Notario, que otorgará la escritura pública de partición y adjudicación de una herencia.
Y si sucede que, en vida, el fallecido no otorgó testamento, sus herederos necesitarán una declaración de que son los únicos legítimos herederos. La obtención de dicha declaración fehaciente puede darse de distinto modo. Depende de si los herederos son hijos, cónyuges y padres o el resto de herederos. Y será así:
- Si son los hijos, el cónyuge o los padres, deberán obtener esta declaración fehaciente por vía notarial.
- Y cualesquiera otros parientes, habrán de acudir a un procedimiento judicial para poder obtener la declaración judicial de su titularidad.
El Notario será siempre quien lleve a cabo la escritura de partición y adjudicación de la herencia, y todos los herederos deberán a firmarla. Cada heredero pasa a ser, en ese momento, el titular de la parte de la herencia que le corresponde.
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