¿Es heredero y se pregunta si es posible heredar una deuda? Si es así, en este artículo responderemos a su pregunta y le mostraremos las distintas opciones de las que dispone. Todo esto se lo contamos más abajo.
¿Es posible heredar una deuda?
El fallecimiento de un familiar suele ser una noticia trágica, especialmente para aquellos más allegados. A la pérdida se suman los tediosos, pero necesarios trámites burocráticos, entre los que se encuentran aquellos relativos a la herencia.
A este respecto, si la situación económica del fallecido/a era favorable, lo normal es que los familiares correspondientes cobren su parte de la herencia. Sin embargo, también puede ocurrir que dicha herencia contenga deudas. En estos casos, los familiares no suelen ser conocedores de hasta dónde alcanzan sus derechos y obligaciones.
Según la ley, cuando se recibe una herencia en España, ésta engloba tanto los bienes y los derechos, como las obligaciones del/la fallecido/a. Por lo tanto, sí, como regla general, las deudas sí se heredan. Ante esta situación, el Derecho ofrece a los herederos 3 opciones:
- Aceptar.
El heredero acepta recibir la cesión de bienes y hacerse cargo de las deudas del fallecido con su patrimonio. Para ello, tendrá que pagar el impuesto de sucesiones.
- Renunciar.
Este acto significa renunciar tanto a los bienes como a las deudas heredadas. De este modo, la herencia pasaría al siguiente heredero. Hay que tener claro que, una vez se firme el contrato de renuncia ante horario, este acto será irrevocable.
- Aceptarla en beneficio de inventario.
Cuando una herencia se acepta en beneficio de inventario, significa que el heredero no contrae la obligación de liquidar las deudas del fallecido. Por lo tanto, una vez estas deudas se salden, el heredero o herederos recibirían la parte restante si quedase algo.
En este sentido, antes de decidir, lo más recomendable es contar con los servicios de un notario y dejarse asesorar por él.
Y, ¿cuáles son las deudas más comunes?
Antes de aceptar una herencia siempre es recomendable solicitar información a bancos o entidades financieras, en el caso de que pudiese existir algún préstamo o facturas sin pagar. No obstante, también podemos encontrar otro tipo de deudas muy comunes, como son por procedimientos judiciales, por impagos o deudas con Hacienda.